Paso a Paso

Paso a paso

Fueron doce hombres que cambiaron su generación, decidieron seguir a Jesús, dejaron todo lo que tenían, lucharon una lucha que no era la de ellos y se dejaron moldear como el barro, pero tuvieron unos tropiezos tan humanos como los nuestros; esto nos debe recordar que si ellos podían tropezarse nosotros podemos triunfar como ellos.

Otra vez el Rabí se lucio, el mensaje fue increíble, tres días y nadie quería irse, todos querían mas, pero el tiempo de partir llego, el problema fue que otra vez tuvo la ocurrencia de darles de comer a cuatro mil personas.

8:2-3 “Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. Si los despido a sus casas sin haber comido, se van a desmayar por el camino, porque algunos de ellos han venido de lejos”.

Amar estaba bien pero meterse en problemas por alguien que no se conocia no tenía sentido; los discípulos habían aprendido que debían compartir lo que Dios había puesto en ellos, al fin y al cabo era por el y para el, estaban dando grandes pasos, pero necesitaban seguir aprendiendo:

2:4 “Los discípulos objetaron: -¿De donde vamos a conseguir suficiente pan en este lugar despoblado para darles de comer?

Habían dejado su amor por el dinero en el sermón anterior, pero seguían sin cargar con su fe y al parecer ni con su memoria; fueron cinco mil y sobraron 12 cestas tan solo cinco panes y dos pescados y ahora solo eran cuatro mil y tenía siete panes.

Un día Dios decidió que naciéramos, que de los miles de millones de espermatozoides surgiéramos nosotros, dejo que pasáramos nueve meses dependiendo de alguien humano, además de que dejo que todos los elementos necesarios se conjuraron en este planeta para que pudiera produjera aire respirable y agua, además de puso al sol a la distancia correcta y al tierra con una inclinación perfecta para que no deambulara y que decir de que puso todos los nutrientes en los animales, vegetales, etc, para que pudiéramos comer y que decir de la suerte que nuestro organismo funcione sin que lo tengamos que programar.

Cinco mil son más que cuatro mil, pero seguido lo olvidamos.